Aquí están mis manos vacías
no sacaré conejo de sombrero
no convertiré pañuelo en paloma
ni transformare agua  en vino.
Aquí están mis manos vacías
no descifro códigos secretos
tampoco desvelo misterios
 no soy mago-sabio o adivino.
Solo que a veces
me habitan pájaros ciegos
 anidan voces antiguas 
susurran raíces profundas
visitan lobos hambrientos
el silencio se hace estrellas
y la carne, carne enamorada.
Y en el filo de la noche
la palabra se transforma
en urgente llamada
en bandera enarbolada
en espada justiciera
 en manos suplicantes
es oculta y clandestina
 es emoción rebelde
es pasión desenfrenada
fuego que cura, sana
vuelo de blanca paloma.
Y re-corro torpemente huellas
de antiguos caminantes
pequeños sabios fugaces
aprendices de misterios
escrutadores del infinito
 buzos de los pantanos
dueños de la luminosidad.
Estoy frente a ti desnudo
vulnerable, humano mortal
no me pidas las estrellas
aquí están mis manos vacías.