Hija del Sol

PORQUE ME DEBO A MI DIOS, ME DEBO A LA VIDA Y A TI TAMBIÉN.

Me pesaba la tristeza…me atrapó el dolor… la ausencia se pronunció…


me encadené con eslabones solidarios a tu inmenso dolor…


 palpé contigo en lo profundo, la pérdida de tu nuevo amor…


juntas tejimos,  palabra a palabra un abrigo en donde refugiarnos…


lloramos… alma con alma…yo, dándote ánimo y esperanza…


tú, tan sólo escuchabas…llorabas  tu dolor y te calmabas.


Si en algo nos parecemos, es que somos aguerridas en la vida,


en medio del dolor y en fe, crecemos y nos fortalecemos.


Este episodio va pasando… yo, una vez más alcanzando…


viviendo y perteneciendo…tú, a tu desdicha valientemente respondiendo.

 


Hoy regreso a mi día a día, fortalecida porque en lágrimas pude aprender…


porque en mi sensibilidad de mujer y madre te acompañé desde el ayer,


porque sé que pronto volverás y emprenderás de nuevo tu vuelo,


porque ell@s, a mí también se encadenaron con lazos de amor y amistad,


porque día a día pude sentir…con palabras del alma lo grandioso que es vivir…


porque agradecida estoy…y en mi tristeza nuevos amig@s Dios me regaló,


porque gracias a ell@s me mantuve en sus brazos y ahí encontré refugio,


porque a mí me necesitan, porque me debo a mi Dios,

 me debo a la vida y a TI TAMBIÉN.

 


“Hoy vuelvo a sonreír desde mi alma y con ella me levanto al nuevo día,

tomada de la manos de Dios y con ustedes, de nuevo ánimo en mi vida”