Hugo Emilio Ocanto

Monólogo: Hace una semana de nuestro accidente ( Parte uno )

Buen día querida.

Disculpe señora, no la había visto.

Sí, mi suegra me comentó

estaría usted cuidándola.

Lo había olvidado.

Claro, ella no me escucha.

Tampoco me di cuenta de ello.

¿ Si dormí ?

No, no he dormido

ni un solo minuto.

No he logrado hacerlo.

Ahora recuerdo que he 

venido a relevarla.

Ya son las seis de la mañana.

Puede usted ir a descansar.

¿Cómo pasó ella la noche?

Constantemente dormida.

Claro, tiene respiración artificial.

Le pagaré la noche.

Puede ir nomás.

Hasta más tarde, señora.

Trate de descansar bien.

Hasta luego.

Qué distinta te ves, querida...

Hace una semana de nuestro accidente.

Dios permitió saliese ileso,

pero tú...te veo así y...

tendría que ser yo el que

que debería ocupar tu lugar...

Hace noches que

no puedo dormir.

En la oficina parezco

un zombi.

No coordino.

Mi jefe me pidió

dejase de trabajar por

unos días.. Tengo decidido hacerlo.

Tienes frías las manos.

Y ese pulmotor...

Me siento con cargos de conciencia.

No hubiese tenido que manejar

a esa velocidad...

Estábamos muy alegres...

Mi cabeza me daba vueltas...

Fue por el exceso de alcohol...

Y tú me pedías que acelerara...

que acelerara... y lo hacía...

y después, chocamos...

No puedo sacarme esa imagen...

El pensarlo es un tormento...

Dios permita te salves...

¡Qué triste es estar

en un lugar así!...

Me hace recordar

cuando mi madre estuvo

enferma...

¡Pobrecita mi vieja!...

Ya no la tengo...Ahora estás tú...

Y me vuelve a la memoria...

tantos sucesos de nuestras vidas...

el día que nos conocimos,

todos nuestros encuentros,

todas nuestras promesas de amor,

el que nos unimos para toda la vida...

nuestros dos retoños...

También la noche del accidente...

Esa noche no recuerdo

por qué motivo en el viaje

de vuelta a casa, discutimos...

creo que fue por una tontería...

aunque, ahora sí...

tú me recriminabas...

que esa noche le había

dedicado mucho tiempo

a una amiga tuya...

y que estabas disgustada

por el tiempo que habia bailado

con ella... sí, ahora lo recuerdo...

fue... una discusión de matrimonio...

tontos tus celos...pero yo no

te había respondido de

buenas maneras... sí, lo recuerdo...

me puse nervioso, me parece 

que hasta te grité, sí...

Aceleraba la marcha,

te obedecía, tú me lo pedías...

y yo lo hacía... aceleraba...

aceleraba... y después, el choque...

Y ahora, tú acá, y yo aquí, sentado...

Suegra... qué temprano ha venido...

y con los niños... ¿cómo es que los ha traído?

claro, quieren ver a su madre...

no quería la viesen así...

hola queridos, mamita está enferma,

pero ya ha de curarse...

no hagan ruido, ella está dormida...

llévelos, por favor...

llegarán tarde a la escuela...

quédese tranquila, he de quedarme

cuidándola, venga usted después de almorzar...

no, no tengo apetito, después

tomaré un cortado...

Niños, despídanse de mamita...

desde lejos, tírenles un besito, así...

Un beso para los dos... hasta luego...

Hasta más tarde, querida suegra...

quédese tranquila, estaré con ella...

Descuide, trataré de descansar ...

Padre nuestro,

que estás en los cielos,

santificado sea tu nombre...

Oh, me quedé dormido...

Disculpe, enfermera...

Estaba tan rendido...

¿cómo está ella?...

Ya vendrá el médico

a darme su parte...

bien, lo esperaré, y prometo

no dormirme...

Gracias, es usted muy amable...

¿Qué hora es? Las once...

Gracias, nos vemos...

Bueno, sí, un café cortado

por favor... gracias...

Mi amor, sigues con

tus manos heladas...      Continuará

Todos los derechos reservados del autor ( Hugo Emilio Ocanto - 22/10/2012)