SIENTO LA MUERTE TAN CERCA
Siento la muerte tan cerca
y se me cierran los ojos aun despierto,
taquicardia en mis suspiros
entrecortando la brisa que me alienta.
Siento sus frías caricias…
fingiendo en manos de invierno
que su toque es otra cosa.
Tan sólo veo las luces
que me indican otro puerto,
la nave que me ha llevado
va cargada en sufrimiento.
La vida en mí me despide
con sus manos que se apagan,
me dice: ‘adiós, no te vallas,
ven y quédate esta noche,
hazme el amor en el cuerpo,
no me dejes sin recuerdos,
te extrañaré, yo te quiero’.
La única que es testigo
de todo, de mi verdad,
de los momentos de olvido
que me ha tocado llorar,
de las punzadas al alma
que hirieron mi corazón,
el que ahora late lento
sin querer decir adiós.
Siento la muerte tan cerca
y tiempo no he de tener…
para enseñarle a mis hijos
a escribir en el papel.
A mi poco me enseñaron,
mi maestro es el dolor…
éste sin dejarme opciones
me convirtió en escritor.
El desamor hizo su parte,
el desprecio y la traición,
el maltrato, y el orgullo
terminaron con mi amor.
Pero aun respiro tengo,
aun no me he de morir,
y si mañana estoy vivo
gracias a Dios por vivir.
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