Josue Arisai Son

I N F I D E L I D A D.

Desde aquel día en que fuiste infiel

derramo mis lágrimas en racimal

¿Porqué llevaste el amor al abismal,

y me vaciaste, de tu corazón la hiel?

 

Debí impregnar los juramentos en tu piel

para que distrajeran tu instinto carnal

que hoy agrieta mi alma y lleva al final

vistiendo de cilicio y bebiendo ojimiel.

 

Como niño descalza sobre maleza,

cristalizo en mis venas el engaño

que marcan en mis ojos, signos de tristeza.

 

Desvalorizado, con humor huraño

tiño de gris la espalda de la pobreza

llagada de momentos felices de antaño.