CARLOS ALBERTO BADARACCO

EL REFUGIO

 

 

He regresado viejo herbazal buscando tu amparo,

el sol se posa en ti como en la llanura

y entre tus pastos me recuesto compungido

esperando un consuelo para mi agónica existencia .

 

Los sueños se escapan de mis manos,

meditando se me antojan casi extraños.

Estoy en un laberinto oscuro, sin salida

y no me siento comprendido por mi mismo.

 

Siembre he buscado en ti aquel consuelo,

en el remanso de tu acequia me refugio 

y entre sus suaves ondulares me resguardo

aguardando el sosiego de mis angustias contenidas.

 

Los cielos se vislumbran complacientes

y juntos siempre adormecen mis pesares

siento una profunda desazón , mil congojas

y se me estremece el corazón en este día.

 

Albergo la esperanza de hallar al menos

una caricia de aquella brisa de aire fresco

son las manos que hoy busco entre el follaje

esperando que se encienda en mi una esperanza.

 

CARLOS A. BADARACCO

18/10/12

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