Carlos Roman Ramirez

RETOñO VIRTUAL

Del magno árbol en triste adios amanecida
cae la macilenta hoja del frondoso contorno
vencida, emoción mordaz, resistencia
inútil, consecuencia existencial.....
de la majestuosidad la desgarrada piel
exhala el mudo grito diluido en el vahaje
mientras desciende en viaje.....
pretende eleteo de gaviota, armonioso,
ligero, ascender más allá del cóndor
y del reino del agua y del rayo
que tantas veces aterró al ramaje....
ascender.....ascender a sideral altura
donde soñó a las hojas desprendidas.....
pero sin ánima no hay vuelo .....
concesión al árbol pero no a la hoja.
Desnuda inocencia desciende oscilando
cual ave herida pretendiendo asirse
a ramas del aire, a la esperanza, a uranias
mariposas que alocadas vuelan,
mas se posa en tierra que piadosa aguarda,
el gusano que una vez vislumbró desde altura
verde caminando la pasa sin siquiera notarla.....
pregunta al Señor de las PLantas por qué este final
entre lavajos.... mas por respuesta llega la ráfaga
que errante arrastra a pesar de asirse a la raíz brotada,
a otra hoja, a la piedra, al agua..... pero son lánguidas
las hojas secas, lánguidas lágrimas fatigadas y
 poco a poco se entumece, se quiebra, desmorona,
se arcilla cincelándose en salvífico germen de otra sembrada:
alimenta, motiva, salvaguarda, comprende la ley del retoño.....
alturas nacen de hojas quebradas.