Andrea Valentina

Suelto relámpagos

Me toque con mí mano tuya

y no se si era mía esta sed caliente

pero al tiempo que sentía tú olor poeta,

me pediste que soltara la tormenta,

que ya no me viera en tus letras,

ni en esa, tu voz color noche tan caracteristica.

 

Porque cuando yo escribía, se me venían tus brazos, brote a brote creciendome por fuera…  hasta alcanzarse gozosamente por dentro. Pero al grito de relámpago, el trueno me asustó y el sústalo que por años cuidé y guardé, no apareció ya en libretas, ni diccionarios. No existe me dijeron, búsque en rayuela, o fíjese en su terquedad tal vez solo la soñó...  Yo intenté explicar la sensación, el color, el sabor al pronunciarla, la dije lento…  llena de ademanes y multiples movimientos -como suelo hacer cuando estoy nerviosa- , pero nadie tuvo la paciencia de  Gabilondo… para esperar, para colaborarme a buscar o al menos para ayudarme a entender.