No me pidas que calle este amor;
El que se desborda en mañanas de sol,
el que cual brisa, te abraza como beso de mar.
-No puedo ocultar este amor-
Brota de la vertiente de mis entrañas.
Marca minutos y segundos en mi reloj de amar.
Me despierta al alba para sentir tus caricias cantar.
Me llama desde el mar de tus besos perdidos.
Busca tu boca mi boca, en cama ferviente de amor.
Me cubro con la sábana de tu piel sedienta.
Me llevas en tus alas al altar virgen para darnos amor.
Salen las llamas de fuego de la chimenea.
Desabrocho el pudor y los dos nos sentimos unidos.
en rubores de abrazos y llantos de ausencias.
Me quedo mirando el brillo de las estrellas,
y en ellas veo, tus ojos despiertos por mí,
-la soledad es tu llanto, sin mi cobijo ardiente-
Queremos tocar el beso, sentir el labio tibio.
Rosando a la luna y dejando al sol besarla,
y sepan cuanto nos amamos sin tocarnos.
Ausencias y distancias son papalotes que nos llevan,
y nos traen, los versos llenos de amor de los dos.
No podemos callar este amor.
No podremos dejar en secreto este amor que sentimos
Seremos un amor callado,
pero sentido en el beso.
Entregado en la distancia del néctar del amor.
...A mi siempre amor mi amor de siempre...
Alicia Pérez Hernández
(No es la pluma la que escribe es el alma)