Evonth

Con mis manos

“Con las manos- me decían los antiguos-

vas a aprender a trazar líneas imaginarias,

en papel, continuas, discontinuas…

Vas a señalar las cosas que quieras cuando aun no puedas nombrar.

O cuando comas, si pides una servilleta, agua o el mando de la tele

(es de mala educación hablar con la boca llena).


Vas a dibujar paisajes;

 aprenderás a escribir, a contar; a conducir.

Con las manos podrás acariciar y conocer texturas.”

Y entonces aprendí

que con ellas, de veras,

se pueden hacer grandes cosas.

Todo y más aprendí.

Y tan lejos fue mi lección,

que aprendí a tocar lo intangible;

a tocar el amor, cuando me enamoré de ti.

 

Estrechando una mano quedamos oficialmente conocidos

y con mis dedos dibujé un vago pensamiento en tus ojos.

Las nubes que te rodearon no fueron otra cosa

que borrones grises de lápiz blando.

Caricias, tortas, abrazos.

Una, dos, tres noches de 4 horas

que dibujé en mi mente después de haber ocurrido.

Te dibujé;  y te quise y no, tantas veces

que tuve que pintarlas todas para recordar cómo me hacías sentir.

Solamente con las manos,

¿Hubieras podido dibujarme como yo a ti?

 

Con diez dedos finos

representé los árboles de la avenida, que nos miraban,

y dibujé tus brazos atrapándome fuera del frío.

Como ya sabrás

tuve que dibujar el viento, que se llevó algunas palabras

y nos dejó diálogos sueltos y sin sentido.

Por eso aprendí a quererte con imágenes.

Aprendí a quererte más que a nadie,

usando solo mis manos.

 

Ay! si este nuevo otoño volvieras a mi lado

y aprendieras a quererme;

pero nunca más de lo que yo te amo;

no más de lo que uno pueda querer

si solamente usa las manos!...