Mujer de mirada sosegada y sonriente,
dime de dónde sacas esa calma que trasmites,
dime de dónde sacas esa paz que desprendes,
será que tengas todos tus sueños cumplidos.
Una esfera dentro de otra esfera y otra,
que giran en armonía sin nunca rozarse,
como ecos de de luz que nunca chocan,
dime cómo lo haces, para mi es imposible,
no sé como librarme del caos que me domina.
Eres como un pensamiento esponjoso de chocolate
en el que mojas los dedos para meterlo en la boca,
en el que te empapas como un bizcocho azucarado,
transformándolo en una nueva y dulce delicia.
La pregunta de ayer era sobre la cantidad tiempo
que había compartido contigo, qué importa,
lo que importa es la calidad de ese tiempo,
lo que no sé que utilizaría para medirlo,
utilizaría el alma, utilizaría el corazón,
pero es difícil medir con un corazón conquistado.
FÉLIX