POBRE VILLA
A la vera de un largo riacho
se ha ido formando una villa,
no viven vagos, ladrones, borrachos,
no tiene dueño esa orilla.
Son gente de mucho trabajo
que han venido de las selvas,
de aridas tierras, pantanos abajo,
cosechas inhumanas de tabaco y yerba.
No tienen donde comer ni dormir,
se han hecho ranchitos de chapa y carton,
para darles a los hijos, lugar para vivir.
pensaban que la ciudad era su ocasion.
La gente los dicriminan por pobres,
sin saber de quebrantos y sacrificios
que han tenido que pasar esos fuertes robles,
llegar con sus mochilas y ver los edificios,
que frios y vanos recibe a esta gente noble,
de corazon puro, el alma con humildad,
guiandose por su apariencia informe,
le cierran las puertas con gran maldad.
Pobre gente de la villa, trabajo no le dan,
y a sus pueblitos lejanos ya no puedan volver,
se han gastado sus pesitos en poder viajar,
para darle a su familia, otra clase de hogar,
han quedado a la orilla, de ese gran riachuelo,
donde caen cuatro gotas y se inunda su pueblo.
Cuando llega la noche inhumana y fria,
con un tecito caliente alimentan su familia
se tiran en colchones de trapos viejos,
no pueden dormir, y cuando nadie los mira
lloran desconsolados, por esta gran desidia.
y nada pueden hacer, en esta gran villa,
una mala pasada, les jugo a ellos la vida.