No se alarmaron los médicos,
Menos las enfermeras de turno
Ni siquiera tocaron las campanas
Menos una sábana blanca lo cubrió.
Lo dejaron solo en medio del silencio
En una mini habitación de cuatros
Tablas, esperando una amiga que se
Pudiera apiadar de su cuerpo.
Ya que su alma fue condena por los
Seres que desde en vida su amor le
Negaron, solo por ser diferente y no
Aplicar dentro de sus concurrencias.
Por fin, fue la expresión de satisfacción
Que brillo en los ojos de aquel gran señor
Que todos los jueves lloraba ante santísimo
Pidiendo por sus hermanos con mucho amor.
Aunque murió como perro en medio de la
Soledad, tenía derecho por lo menos de que
Alguien le hablara le sonriera dándole una
Esperanza de amor en el nombre de Dios.
Hipócritas, hoy lloran su partir en medio del dolor
Del que nunca sintió su corazón, hoy exclamar
Porque no les dio la oportunidad de haber
Sido mejor, de poder estar otra vez juntos para demostrar su amor.
Y hoy para que, si ya su corazón dejo de latir
También de sentir y no creo que pueda escucharte
Diciendo cosas que nunca pensaste, así que lo que
No hiciste en vida consérvalo en el corazón, para que
En la otra vida seas mejor.
ESCRITO: FRANCISCO GAITAN DOWNS.