ALVARO J. MARQUEZ

AMORES DE ESCLAVOS (Capítulo 11)

“Las explicaciones de Salvius”. Capítulo 11|

 

Luego de presenciar la escena en su hacienda,

habla el coronel que se siente abatido y contrariado.

Salvius, no hay manera de que esto comprenda,

me indispone contra Dios lo que ha pasado”.

 

“¿Por qué tanto odio? Tanta maldad sin compasión.

¿Cómo se explica? No entiendo esta justicia de Dios.

Mis hijos fueron bien formados, pero esta situación

ha sido demasiado fuerte y complicada para los dos”.

 

“Estoy realmente impresionado, muy abatido,

ver a mi gente pasar por estas situaciones...

Perdona Salvius y que perdone Dios si no he podido

controlar por esta vez mis emociones”.

 

“Pero son mis hijos, es mi sangre, es mi mujer,

son estas personas que con tanto amor me sirvieron,

es Juvenal. ¿Por qué algo tan malo le tuvo que suceder?

¿Por qué este castigo si nada malo hicieron?”.

 

Salvius lo escuchaba en silencio atentamente,

le pidió que se levantara y salieran de ese lugar.

“Hermano -le dijo- créeme que te entiendo perfectamente

y hay cosas que te quiero explicar”.

 

“Todas estas almas arrastran con ellas más de una historia,

lo que sabes es apenas lo que has presenciado,

hay otras cosas que no están en tu memoria

y son parte muy importante del pasado”.

 

“No reniegues de la justicia de Dios, hermano,

todo lo que ves ahora es apenas un efecto,

tranquilo, Dios entiende que eres humano

y no espera de ti que seas perfecto”.

 

“Retrocedamos algunos años, siglos quizá,

hasta tiempos de un pueblo por reyes gobernados,

un rey malvado y una reina que lo apoyará,

Ismalia y Juvenal si quieres pueden ser llamados”.

 

“Eran tiempos de muchísima crueldad

y sin compasión alguna en sus actos,

reyes crueles incapaces de sentir piedad

ni de hacer con sus víctimas arreglos o pactos”.

 

“Hablarte de un prisionero ahora puedo,

al que ellos torturaron y sentenciaron a muerte,

a este prisionero lo podemos llamar Barón Macedo

y ya te puedes imaginar cuál fue su suerte”.

 

Continuará...