Elena Lisett Pereira

La amante inmortal

De la mano de su amante, allá va doña Manuela

La hermosa dama de Quito, que le robo el corazón

A quien fuera de Venezuela ¡nuestro gran Libertador!

Fue valiente y decidida, arriesgando hasta su vida

Por estar junto a su amor…

Cuando sus fuerzas flaqueaban, pedía Bolívar a su amada

Que estuviera junto a el…y no había impedimento

¡Ni el más feroz de los vientos! que detuviera a esta  amante

Tan pronto lo permitían; los angustiosos caminos

Ella iba tras su amado, para cumplir su destino.

En tan duras situaciones, fue manuela la valiente

A estar junto a su hombre ¡sin importarle la gente!

En las duras condiciones, que implica  estar en la guerra

Lo siguió en  feroces batallas y  por  agrestes tierras.

Era Manuela la bella… ¡la de inmenso corazón!

¡Que le robo los suspiros a nuestro Libertador!

 

Autora: Sembrando Mariposas