Tú lo decidiste así, para llegar a su lado,
Y adornaste con mentiras, y actitudes de ficción;
Cosas fueras de verdad, ajenas a una razón,
Porque vives insegura, de tu ser tan perdedor.
No creas que pierden ellos,
Los que te han acompañado y logran amor de ti;
La perdedora eres tú que pasas de brazo en brazo,
Y vas perdiendo la vida, al transcurso de los años,
No te importa me dirás, porque es ese tu decir,
Pero esas son palabras, que dicen mucho de ti,
De ti por lo insegura, de verte frente a la gente,
Pudiendo ser muy decente, y una amorosa criatura.
Recuerda siempre te dije, con frases muy amigables,
Que tenías potencial, pero no muy confiable;
Fueron palabras sinceras, las que siempre te dicté,
Con un fin, con una idea, la que al fin, nunca logré.
Pero siempre te lo dije, a manera de enseñanza,
Que soy un hombre de sueños, de fe y mucha esperanza;
Que mantendré hasta el final, y si la vida me engaña,
Te diré tenías razón, me dijiste no soñara.
Entonces iré a ti, iré a felicitarte, y sin mirarte a los ojos,
Mi cabeza bajaré para pedirte perdón,
Si es que en algo te ofendí, pero contigo aprendí,
A valorar un amor, que nunca se fue de mí.
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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita