Felipe hassan

Adiós

La casería de la verdad se acabó y mi mente despierta de este coma para soplar en tu oídio las tristes notas de melancolía que no puedo  escribir. Las esperanzas que derramaban mi alma, de ser comprendido, para desarmar cada nudo de mi garganta en ti, se fueron con cada palabrada que dibujada nuestra historia. Quizás creía responderme, y ciegamente lo tuve que hacer, pero la justicia apuntaba a cada palabra aceptándola como fidedignas.  Aún así, con mil verdades que ya se sabían, La lluvia siguió asomándose en mis mejillas, cumpliendo este paisaje en una eterna despedida para ambos.