gaston campano

Casi-casi

La manzana del edén

siempre como postre servido

después de un almuerzo pequeño

la garganta me ha herido

Y...se cerró el paso

del aire que yo respiro.

Vidriados los ojos ven

solo sombras y gran abismo.

Las fuerzas se agotaron,

los brazos se encuentran caídos

el mundo gira constante,

y...se acabaron suspiros

Pués el aire puro y limpio,

quedó fuera del cuerpo perdido.

Los párpados cayeron

como persianas vencidos.

Un adios temprano y liso

mi cuerpo quedó dormido.

Se llenó el espacio entero

de gritos y llantos heridos.

Un golpe fuerte y.... volvió

el aire que comprimido

lleno de nuevo este cuerpo

pués la hora no ha venido.