Víctor Callirgos

LATIDOS

Yo soy esencia, yo soy amor

Eros en voz de Minerva

rocío en la tierna hierba

matiz y aroma en la flor

 

Blanca estela en los mares

fuego dorado en la brasa

suave brisa que se abraza

del que llora sus pesares

 

El beso de la inocencia

pureza de pensamiento

el más bello sentimiento

inventor de la clemencia

 

Celaje de brillo intenso

la palabra delicada

la más tierna mirada

en espacio tan inmenso

 

Del día de luz y fulgor

soy virginal alborada

de la noche constelada

el beso repleto de amor

 

Del tambor su ardiente son

que dulcemente te llama

¡Cuánto goza el que te ama!

¡Latidos del corazón!

 

Yo soy amor, yo soy la esencia

aquel que mueve el ramaje

por si el rumor del follaje

te advierte de mi presencia

 

Soy el que calma los vientos

también las olas del mar

y al amor que quiere pasar

le digo espera un momento

 

Yo soy del pájaro el trino

voz del que quiera cantar

silbo si se agita el mar

¿Qué más? Soy arrullo divino

 

Soy colibrí que en el aire

se posa a besar las flores

amor de diez mil amores

sin que a ninguno desaire

 

Cima en las altas cumbres

sima en los hondos valles

silencio para que calles

¡palabra para que alumbres!

 

Porque me muero por verte

bálsamo para tu herida

tu resurrección soy y vida

en el sepulcro de muerte

 

Y aquí va la del estribo

para poner punto final

Yo soy quien venciendo al mal

sólo por amor te escribo:

 

“Del tambor su ardiente son

te advierte de mi presencia

latidos del corazón

del mentor de la clemencia”.