Malherido y tirado al olvido
Así quedo mi corazón aquel día
Lleno de amor, cuando me juraste
Sinceridad también lealtad.
Cuando feliz sonreí y lleno de orgullo
De tu mano camine bajo la sombra
Del amor que cubría nuestra felicidad
Hasta llegar al nido donde eras mía.
Donde no existía hora ni limites
Solo deseos llenos de suspiros
Por tus labios besar tu cuerpo devorar
Y bañado de sudor reposar en tus brazos.
Donde sentía tu amor, seduciéndome
La fragancia de mujer que excitaba mi voz
Recitándote versos de amor de esos libres
Que salían de lo más profundo de mi corazón.
Que jamás pensó en saber que tus gestos no
Eran con amor sino sumando uno más a la
Lista del montón, matándome el amor y los
Deseos, traspasándome el corazón, llorando por el dolor.
“De un triste adiós ceñido a todos tus recuerdos de amor”
Escrito: Francisco Gaitan Downs
Bluefields; Nicaragua.