Hija del Sol

…VERDAD POCO CREÍBLE

...y ese día te conocí, fue tan especial…

me deslumbró tu manera de hablar,

eras tan inteligente y tan bien educado,

gentileza y caballerosidad… exquisito bocado.

 

Llegaste a mi vida un buen día y sin avisar

luego, yo sonreía de tan sólo en ti pensar…

cada día tú cautivabas toda mi atención,

pero yo era una “niña” y tú un gran señor.

 

Sí, apenas yo “a niños” dejaba de jugar…

y tú, ya una larga experiencia en tu andar,

yo empezaba a labrarme un camino

y tú ya habías tatuado tu destino.

 

Tú, con familia hecha ya en la vida

yo, ni sabía qué quería de la mía.

Eras tan especial conmigo,

que yo sólo quería estar contigo…

 

Tú sabías… que experiencia de la vida yo no tenía,

pero yo, protegida con tu presencia me sentía.

Tú me decías...que “mujer” querías hacerme sentir,

yo, sin entender, tan sólo un beso soñaba  de ti.

  

Eras como un príncipe encantado…

aparecías  y te mostrabas emocionado.

Yo, me veía como una princesa de cuentos,

creyendo tus palabras y todos tus inventos.

 

Siempre  me agitaba tu presencia,

me perdía en sueños… brillaba de ausencia…

y amigo de la familia ya muy bien te mostrabas,

y yo asustada…mis principios me mataban.

 

Segura estaba que nada podía entre tú y yo pasar,

pero mi piel al rozarte siempre se ponía a vibrar,

y bellas notas… sublimes… ella entonaba,

de la locura que tú me ocasionabas.

 

Mis ojos color café bailaban al presenciarte,

mis sentidos colapsaban cuando te acercabas,

mis labios inexpertos sólo querían besarte,

pero mi cordura  siempre se pronunciaba.

 

Tú, no sé qué buscabas en mí,

¿quizás una más para sentir?...

¿o te avivaba mi inocencia?...

¿o deseabas  mi inexperiencia?...

 

Temores y sustos yo llegué a sentir,

por no flaquear ante tus ofrecimientos,

y no quise jamás volver a saber de ti,

no quise tormentos ni arrepentimientos.

 

…era una niña de buenos principios y valores

el orgullo de sus padres y de sus asesores,

aunque siempre me temblaba el piso a tu lado

supe decidir, alejarme fue lo más atinado.

 

Hoy de adulta he vuelto a rememorar

esa ilusión de vida que pude apagar,

me atrapa la duda… de haber continuado…

¿intensa vivencia? …¿final feliz o atormentado?

 

Sólo tengo la certeza de que no pudo ser otra realidad,

nos separó una decisión y una inmensa verdad,

tú eras un hombre apasionado, muy adulto y casado,

y yo, ingenua adolescente de corazón equilibrado.