Leandro Rodríguez Linárez

Intitulado CLVII

 

Lento septiembre, como una copa de vino olvidada, sus uvas cantan aferradas al cristal en su minúsculo océano, el calendario parece haberla olvidado, teme dejar caer los trajes de la luna y el sol, septiembre hoy se llama para siempre. Lento, lento como una sombra herida, como los vientos que olvidó la lluvia, como una rosa lanzando cartas en cada uno de sus pétalos. Así queda éste septiembre, esparcido en sus once hermanos, clavando su asta para volver ser izado como las velas de un buque de agua en un mar de madera, donde las despedidas acerquen más en los septiembres que hoy se llaman para siempre.

LRL

 

25-9-2012