Sentado y pensativo,
Esperando la hora,
Sé que no suelo ser reflexivo,
Pero mi alma te extraña. . . te llora.
Y sé que no me quieres más,
Que lastime tu buen corazón,
Tarde en darme cuenta de lo que valías,
Tarde. . . en escribirte una canción.
Las nubes el día de hoy me acompañan,
Grises. . . se encuentran melancólicas,
Los cristales por el frio se empañan,
Portadoras de mi amor. . . ‘simbólicas’
El clima tan opaco, tan nublado,
Mi corazón sin luz, sin rumbo,
Extraña tu piel, tu cuerpo cálido,
Gritar a tu lado. . . ‘Te Amo’
Caigo en el conteo de los minutos,
En lo poco que falta por oír tu voz,
¿Qué me dirás? quizá recuerdes mis insultos,
Tal vez menciones mi comportamiento atroz.
Pero sea lo que me digas,
Necesito en verdad saberlo,
Pues no puedo crecer sin espinas,
No puedo pensar que todo es ‘Bello’
Mi alma debe entenderte,
Debe saber las razones, del ¿Por qué?
Si te llamo te soy impertinente,
Y si te busco parecería un demente.
Mi corazón naufraga,
No sabe que decisiones tomar,
Esta llamada lo hará razonar,
Y con ello esta situación se ha de solucionar.
Solo espero que comprendas una cosa,
Aún te quiero y lo sabe tu instinto,
Ya no necesito regalarte una rosa,
Para que toda la vida sepas que. . . ¡Mi amor por ti es infinito!
Derechos Reservados
Autor: César Alanís Morales