RICARDO FELIPE

CUANDO HABLAN LAS HERIDAS

Ella tenía la piel tersa como la seda,

como agua cristalina que brota por un manantial que nadie aún descubrió,

ella tenía un lunar en el lugar perfecto de sus labios,

y yo solo buscaba sus besos,

porque tenía un pacto con sus ojos…

Y con todo eso.

 

Ella posaba su alma por el paso de mi tiempo,

y no sabes cómo hacía trizas lo único que me quedaba,

ella tenía la potestad de hacer conmigo lo que quería,

porque eso era lo único que yo le ofrecía.

 

Ella me enseñó a sumar los latidos que mi corazón le emanaba,

como si fuera un motor en el camino de la nada,

ella fue lo que mas quise, por eso siempre me duele,

y porque a pesar de su silencio, ella grita en mis adentros.

 

Si supieras que todo lo que ella buscó ¡Al fin pude tenerlo!

Podría buscar sus pasos y llenarla de un abrazo,

pero no sé si en realidad ella me quería,

pues no quiso acompañarme en la sequía,

a pesar que le prometí una cosecha.…

 

Ella sólo me dejó su foto y la sospecha que tengo el corazón roto,

pero, para mí, siempre será la más bella,

aún cuando ya nunca volverá a mojar mis costas.

 

©ricardo_felipe

Un soñador sin mucha estirpe