Mente clandestina.
Siluetas de colores armoniosamente una a otra
de izquierda a derecha transitan presurosamente.
Los pasos, raudos ecos, cual estrella fugaz,
cayendo al infinito universo.
Mi mente clandestina apoyada en el cerco de mis sentidos
Desea conocer pensamientos vedados por el tiempo
Mi vista en frente, deteniéndose el ciclo de la vida,
Mas el de ellos solo avanza, tan rápido como la era misma.
En mis adentros las interrogantes dialogan
El mundo gira en milésimas de segundos,
En segundos, minutos y horas…
Volviéndose días, meses y años.
Las voces a lo lejos se escuchan,
Casi tan difusa como tu mirada,
Fuiste pradera enverdecida por la primavera
Hoy, solo tierra seca por el sol de la mañana.
En desconcierto la vida atropella
Quiero volverme ermitaña en mis adentros,
No me deja la libertad de mis trincheras
Grita tan fuerte… ¡No te detengas!
¡Solo sigue! Sigue, que la vida se detiene por momentos
Pero luego sigue… Y sigue… Sigue.
Las decepciones caen como hojas de otoño,
Ajadas por la intención del sentimiento
El viento suspira y con el se lleva,
Las hojas que dolor provocaron.
Mi alma conversa con mi conciencia
“No voltees las páginas pasadas”,
“Dejasteis sentimientos plasmados e incomprendidos”
Produciendo dolor y desencanto.
Los pliegues en mis horas no van conmigo
Los avatares son para otros,
Mi alma sigue indestructible
A pesar de la marea.
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