Gerardo Barbera

FUE UNA BALA

Flores marchitas

solitarias

arrojadas.

Dioses entre las sombras,

seres sin rostros,

todo sobra.

 

Sombras que aman,

locuras sin aliento,

el silencio de los muertos,

los besos de la bruja,

todos caminan,

nadie puede escuchar

el llanto de ese niño,

la madre no despierta,

todo gira.

 

¡Silencio!

No hay agua, tengo sed.

El calor atormenta,

llegaron los de siempre,

una vieja grita,

todas las madres se lamentan,

un niño llora,

todos mueren.