Víctor Sorchaga

***Nocturno de Nubes y Sol***

 

Los borregos también vuelan:

 

cuando era niño sabía,

 

del cielo lo más nuboso.

 

Y era cuando frío hacía.

 

 

Las náyades frescas caen

 

hasta su mansa bahía,

 

donde chapotean oros

 

que ungen de satín al día.

 

 

Una ajorca de colores

 

al viento, plata despinta:

 

el escaso sol escribe,

 

la lluvia lee sucinta.

 

 

Fontanas áureas van:

 

un espejo desvaría,

 

con unos rubios cabellos;

 

unas hilachas marinas.

 

 

Lánguido plomo desmaya

 

su sombra en la noche fría

 

y a las argénteas luces,

 

las torna todas umbrías.