Frank Carlos

TU CUERPO (I)

El día amanece y sentado en él

tu cuerpo se balancea sublime

como una esfinge blanca y pálida

tocada por los dioses en la noche

 

Tu cuerpo que todo lo posee

incluso mis deseos insalvables

distantes de ti perecen

y en tus charcos caen

como gotas de lluvias

mis antojos de hombre.

 

Tu cuerpo febril arde

entre mis manos firmes

porque toco la tierra

de tus plantas indelebles

y me afirmo en tus manos

de paloma mansa.

 

Amánsame cuerpo de mujer

que el desatino emerge

de mis sienes y en mi pecho

la hoguera de tus ojos

quema el alma como yesca

y este amor que quema vive.