Hugo Emilio Ocanto

Guión teatral: No solo vós estás harto ( Parte uno)

( Personaje sentado en sillón

dando espalda al público.

Ambas manos apoyadas sobre 

costado. Mueve sus dedos.

Está nervioso. Se levanta.

Pasea por el living.

Mira la hora. Se para delante

de una estatuilla.

Le da un manotazo,

cayéndose sobre la alfombra,

haciéndose añicos.

Se dirige al bar y se

sirve una copa de cognac.)

---Me lo debe hacer a propósito.

Para alterarme.

Ya va a ver cuando llegue.

( Entra su esposa, Rita)

---Hola, querido.¿ Estás memorizando

un texto de tu libro?

---No, estoy hablando solo

haciendo de cuenta

que hablo con mi esposa.

Ella no estaba, pero ahora llegó;

momento justo para decirte

si llegás a esta hora

para ponerme mal.

¿Tenés idea de la hora

que es?

---Si coinciden nuestros relojes,

la una de la mañana.

---¡Qué desparpajo!

¿Te parece que son hora de llegar?

---Flavio, no es la primera vez

que llego tarde.

---Pues será la última.

Estoy cansado de que llevés

tu vida tan liberalmente.

Sós una mujer casada,

y deberías tener la responsabilidad

de estar en tu casa junto a tu esposo

en una hora normal.

---¿ Me estás diciendo de que

soy una anormal?

--- Te estoy diciendo

que deberías comportante

con un poco más de respeto

hacia mí. ¡Estoy harto de

que llegués a tu casa

como si fueses una mujer

libre, sin responsabilidades

para con su esposo!

Estoy harto de tus desplantes!

---¡Flavio, te voy a pedir

que no me grités!

---No puedo hablarte de otra

forma.Estás comportándote

de una manera que no corresponde

a una mujer casada.

Tenés deberes de tal,

y vivís ignorando la realidad.

---¿ La realidad de qué?

--- La realidad de tus actitudes.

Doy gracias de que no estén

aquí nuestros hijos.

Están de pupilos en un internado.

Cuesta una enormidad pagar

sus estudios. No estamos

en situación para que estés

despilfarrando lo que gano

en contínuas noches de juego.

--- Estoy acostumbrada hacerlo.

---Pues tendrás que dejar de hacerlo.

---¿Me vás a privar de que me divierta

con mis amigas?

---Diviértanse jugando sin apostar.

Lleven sus vidas pensando

lo que a nosotros, sus esposos,

nos cuesta darles sus costosos

hobbies. Jugás como si la plata

nos sobrara. Y no es así.

Sabés que estoy pendiente

de que me publiquen el libro.

Tengo que esperar a que lo hagan.

Eso no es todo, sacás dinero

que tenemos guardado en casa

sin que me informés de que lo hacés.

Vós no vivís sola. Soy tu marido

y creo me merezco un poco

más de respeto.

---En definitiva, me estoy 

comportando como una irrespetuosa.

También soy una irresponsable.

Estás mirando la paja

en el ojo ajeno.

Pero no te fijás en lo que

vós hacés. Sós el impecable esposo

al cual tengo que reverenciar

como tal, sin que te lo merezcás.

--- ¿ A qué se debe tu insolencia?

¡Me tenés cansado,Rita!

¡Estoy harto de tus comportamientos!

---¡ Vós estás harto de mis comportamientos!...

¡Y yo de los tuyos!

¡ Vós sós la mosca blanca !...

y yo la sucia... la irresponsable...

¡ vós sós el hombre perfecto !

¡ el virtuoso escritor !...

que me mete los cuernos...

---¿ Qué es lo que estás diciendo?

--- Lo que escuchás. Te pasás

horas y horas encerrado

escribiendo y escribiendo,

y a mí me ignorás.

Como si yo no existiese.

Salgo para distenderme.

Me divierto. Sanamente.

--- A costa de mi sacrificio.

Estás llevando una vida de ricachona,

y no lo sós. Has retirado cinco mil pesos

del cofre, no me has dicho nada,

y tengo que bancarme tu ausencia.

Claro, la señora tiene que distenderse...

Hacélo sin gastar. Me estoy destruyendo

el cerebro tratando de tener concentración

y poder escribir. Lo hago, cuando puedo concentrarme... pero a veces siento de que me falta inspiración. Me quedo delante de la pantalla sin saber qué transmitir. Me siento cansado. Me siento,¡harto!...

--- Y yo soy la responsable de todo lo que me estás diciendo...

---En parte, sí. Somos un matrimonio. Y hacemos

vidas independientes.

La unión que hace un tiempo teníamos, ha desaparecido. Nos comportamos como dos extraños...

---¿Vós estás en tu sano juicio?

---¿ Querés insinuarme de que estoy loco?

¡Vós me estás volviendo loco, si así lo creés!

--- Claro, ahora salgo siendo yo la mala de la película. ¡Qué personaje sós, Flavio!... escribí un libro.

Hacé una autobiografía. ¡ De tu vida! Sería un best seller... si no desfiguraras la realidad...

---No te entiendo...¿qué es lo que querés decir?

---Que tendrías que escribir la realidad de tu vida.

Sin dejar de lado que en tu vida, estoy incluída yo. Tu esposa.

La jugadora . La que despilfarra tu dinero. La que a veces me has insinuado

que llego a casa borracha. Y pensar que el que bebés sós vós. Vós tomás y yo me emborracho.

---Estás hablando pavadas...

--- Flavio... no me cargués con tus culpas. Sós un hombre inteligente. No me cargués con tus locuras.

Sacate esos personajes de tus novelas, y viví tu vida

dejando de lado esos tortuososo personajes. No llevés en tu piel, en tu realidad, esos personajes que están destruyendo, inconscientemente, nuestro matrimonio. No me hagás cargo a mí solamente de tus fracasos. No seás hipócrita conmigo. No me lo merezco. Sabés cuál es tu realidad. Tu vida. Tu comportamiento...Lo que a mí me ocultás. Te pasás encerrado horas y horas en  tu escritorio. Produciendo. Dándole vida a tu sentir de escritor.

Pero te pido que vivás tu vida con respeto a tu mujer.No soy una mala mujer. Soy una esposa, que aunque vós digás que no te respeto, lo hago. Te tengo respeto, reconociendo de que lo que decís referente al dinero tenés razón, lo despilfarro, según vós en juego. Me divierte. Pero ese dinero no lo gasto solamente jugando.

---¿En qué otra cosa lo gastás? En lo que lo gastan todas las mujeres. Ropa, perfumería...

( Rita mira a Flavio. Con ojos tristes e inexpresivos)

--- Le he estado pagando dinero a una mujer, para comprarle un secreto. Estás incluído en él...

---No te entiendo...

---Flavio... no seás hipócrita. Sabés a qué me refiero... ¡A tu amante!

---¡Rita!...

---¡Sí, a tu amante! Hace una semana que estamos

en nuestro lecho matrimonial, y me siento como si fuese un maniquí. Sin vida... y llorando por dentro...

no puedo creer que hayás llegado a esto...me argumentás que estás cansado... claro, conmigo no tenés relaciones sexuales porque la otra te exprime todo. Cuando por las noches no estoy en casa, muchas noches también vós desapareces de ella para ir a encamarte con tu amante... No me mirés con esa boba cara de inocente... no lo sós...Ya mis amigas algo me habían comentado... me resistí a creerlo. Pero lo comprobé. Fuí a verla, le dije quién era... le pedí explicaciones. Pero ella puso un precio para confesar. ¡Te traicionó, Flavio! Confesó diciéndome la verdad de ustedes, cobrándome. Le pagué, sí con tu dinero... el que yo dispilfarro, jugando... y pagando para que me confirmen tu infidelidad...¡Yo también estoy harta, Flavio! Harta de tus mentiras... de tu infidelidad...¿ qué actitud tomarías vós si yo hiciese lo mismo ? Me divierto, sí, pero decentemente... no me encamo con nadie... Pero vós con una no te conformás...¡El insaciable, Flavio! Hace un tiempo nos complacías a las dos... Ahora no te da el cuero... y elegiste a ella para complacer sus deseos... También yo los tengo, y tengo que conformarme con tu indiferencia... porque ya con dos mujeres, te es mucho... el tema es que ahora vás a tener que elegir...

tu esposa o tu amante... ¡No solo vós hastás harto, Flavio! ¡Yo, tu esposa, también lo estoy! ¡Estoy harta Flavio, harta!    continuará


Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto- 14/09/2012)