Antonio B.

El tiempo preciso

Y esta noche pasada, le hable desde la oscuridad encerrada en el alma, pedí por ti, por mi, los minutos donde sentir el tacto que calme  la espera, pedí, egoísta de mí, trasformar en realidad el sueño que desgarra de pasiones los universos paralelos.

Mis nervios de concentrada presión siento explotar de ardor, pedí, tal vez por pedir, solo a ti, ante la distancia enmudecida rindo mis doloridas rodillas, clamo al cielo su compasión y, vuelvo a pedir, que antes de poder morir, tenga la oportunidad de vivir.

Frente a mi, los minutos justos para que la felicidad no sea un sueño impreciso, para que mi alma descanse, la oportunidad de sentirme tan amado que hasta para la propia muerte sea envidiado.