"Mirando la tarde quieta/ pude ayer comprender/ que soy la brisa de mi cometa/ y las olas de mi barco de papel". (Verso de Alejandro Díaz Valero)
Es mi amigo, aparte de ser mi paisano,
con mucho placer estrecho su mano
porque lo considero un maestro y mi amigo.
Porque desde cualquier punto de vista,
maneja las letras como un artista
y de él es poco aún lo que digo.
Es merecedor de cualquier honor,
se inspira y escribe como el mejor
y logra darle forma a los sueños.
Sabe todo el que por suerte lo ha leído
que dedica sus letras a quienes hemos vivido,
pero no se olvida nunca de los pequeños.
La tristeza con él se encontró a un enemigo
y de esto cualquiera puede ser testigo
al ver cómo maneja el humor con destreza.
Hay algo que es de hacer notar también,
que le salgan todos sus trabajos bien
es de todo lo que más le interesa.
Que haya un mensaje en sus letras sonrientes,
donde dice cosas para cuerdos o para dementes
y a todos sin distinción pone a pensar, a reír.
Son tan interesantes sus esquemas,
que podría pensarse que leer sus poemas
le pone un extra a la emoción de vivir.
Es venezolano, talento de mi país,
eso en lo personal me hace muy feliz
obviamente porque yo también lo soy,
me alegra y me parece plausible
conocer tanta gente talentosa, sensible
procedente de la tierra donde estoy.
Es Alejandro un caballero, sin duda,
que tiende la mano generoso, ayuda
y para dar sus enseñanzas es exigente.
Conste amigo o amiga que me leyó,
que nada de lo expuesto lo digo yo...
eso es justo lo que comenta la gente.
Para nadie es ahora un secreto
que este señor se ha ganado el respeto
y tiene cautiva a una gran audiencia.
Un privilegio es, así mismo lo siento,
que podamos disfrutar de su talento
y de su evidente experiencia.
Ayuda con sus letras a un mejor vivir,
nos dice que el buen hábito de escribir
nos hace olvidar dolores, tristezas, desgracias.
Sirva pues éste, mi humilde gesto,
para estrechar su mano hermano, maestro
...y darle las gracias.