Cieroska Porras

Mi Querido Amigo

 

Me llamaste una tarde

para invitarme a salir

y así poder hablar

de lo que sientes por mi.

 

Yo no mas por miedo

te he dicho que no

pero fue tu insistencia

la que me hizo cambiar de opinion.

 

Tu mirada desidida

me hablaba sin control

y tu boca timida

dudaba al iniciar la conversación.

 

Dijiste sonriente

que me querías con fervor,

que era yo tu vida,

        que lo que sentías era amor.    

 

   De mi boca bruscamente

salieron torpes palabras,

 sin ni siquiera pensarlas

...

 

... Te quiero tanto mi amigo

pero no puedo corresponder

a ese amor que llevas adentro

y que recorre tu piel. 

 

Quisiera poder quererte

como tu me logras querer

pero solo puedo ofrecerte

este noble y amistoso querer. 

 

 

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