Ramón Bonachí

AL FINAL DEL CAMINO

A la sombra del árbol
descansaran mis pasos,
testigos mudos
de un largo caminar.
Dejare sitio
en el trafico,
donde aprendí a vivir
junto a los demás.

Allí quedaran
penas y glorias,
con aromas de motor
y ruedas gastadas.
me voy lleno
de buenas intenciones,
algunas sin terminar,
pero no por ello
me pondré a llorar.

Al final del camino
un banco me espera,
perfumado de pino
y desgatada madera.
En el respaldo,
hay escrito mil veces
el mismo  mensaje,
con letras
que saben a despedida.

Me voy,
quererme si queréis
odiadme si podéis,
pero por favor
no me ignoréis.
yo
tampoco quiero
vuestra indiferencia
pues solo el querido
o bien odiado

sera siempre recordado