Jose Felix Rodriguez M

Sabado

Sábado.

Ayer salí por unas

cervezas a que Ligia

                        vi a una

chica, me senté en su mesa

frente a ella y le dije…

 

            <<Mis labios escupiran cualquier cosa,

con el firme

propósito de

enamorarte…

            Así que vengo a hablarte

de amor,

pero no de cualquier

amor,

porque si bien es

cierto que

puedo soportar

cualquier

defecto

en una mujer,

también lo es que

soy implacable

al no perdonarles que

no vuelen.

 

[Yo vengo a hablarte de

amor preciosa

pero “no del amor de

Feuerbach por el hombre,

ni el de

Moleschott por el

metabolismo,

ni siquiera el amor

al proletariado,

si no el amor por la

bien amada el

amor por ti”>>.

 

            <<Vengo  a hablarte de 

amor . – “me importa un pito” - si

es una trampa,

o es ingrato.

Vengo a convencerte

mas que te enamores

de mi enamórate

de la calle,

si piensas que

los poetas somos

buenos estas

equivocadísima>>.

 

 

<<Mis labios escupiran

cualquier cosa

con el firme propósito

de enamorarte,

así que no te rías

de mis chistes,

no te intereses

en mis historias,

no te fijes en las

constantes balas

que mi verbo dispara,

no navegues en

el erebo,

no te marches

con las primeras

brizas de enero,

bajo tus alas,

no te quedes

sembrada

a mi lado>>.

 

            <<Pero si un día te

vengo ablando de

amor y mis

labios escupen

cualquier cosa

con el firme propósito

de enamorarte

- y te enamoro-,

si te ríes de

mis chistes

si te interesan

mis historias,

si te fijas en las

constantes

balas que mi verbo

dispara,

si navegas en el

erebo,

si te marchas

con las primeras

brizas de enero,

bajo tus alas,

si te quedas

sembrada a mi

lado>>.