ANEUDIS PEREZ

DE OTOÑO A INVIERNO, EL SOPLAR DE LOS TIEMPOS

DE OTOÑO A INVIERNO, EL SOPLAR DE LOS TIEMPOS

 

Jirones, borrascas, brisa…

aire poblado de manos,

de caricias hendidas sobre el tiempo,

arrastrando entre ellas la vida,

las hojas diluidas de esperanza grisácea,

ramas sin pieles señalando al poniente,

el telón de una era cerrando sus pestañas,

gota de agua que se desliza entre estaciones,

cae pesada sobre el alma,

la cual se abriga bajo cobijas de nostalgia.

 

El ave emigra intermitente

dejando el gélido desierto/

sobre montañas condensadas

hasta encontrar un valle fresco;

la bestia triste e involuntaria…

parte buscando enguarecerse,

el roedor, pequeño, astuto/

haciendo huecos en la tierra.

 

La hormiga ya avisada a tiempo

se ocupa en ocupar su reino,

su paraíso subterráneo,

la ardilla alegre va a su árbol

llena de nueces y sonrisas,

y la pequeña palomita

en suave nido se desploma.

 

Caen las hojas, cae el sueño,

cae del cielo blanquecina

la escarcha ansiosa por su suelo,

natura hace su trabajo,

el río corre despacito

besando cielos de cristales,

los peces corren a sus cuevas…

sólo los fuertes sobreviven.

 

Se cierra el ciclo de otro año,

el cruel invierno haciendo estragos,

el sol se enciende vanamente,

la luna que se arropa en nubes,

y las estrellas que tiritan,

tiemblan pues no llevan abrigo.

 

Pieles, bufandas, guantes tibios,

botas de nieve, enterizos…

¡Ay, que rutina más pesada!

El protegerse contra el frío.

 

Tomos calientes, infusiones,

manitas frotándose al fuego,

la vieja gripe y sus aliados,

la tos regresa y el catarro,

nariz que gime, ojos aguados,

el cuartizeo de los labios,

prender fogatas, chimeneas,

calentadores y otras tretas…

¡Habrá esperanza en tanto hastío!

 

Con todo esto hay algo bueno…

el amor tienta, almas se acercan,

se encienden dentro las pasiones,

el despertar de los amores,

ya hay que dormir abrazaditos

y bajo cuitas tranquilitos,

acurrucados de ternura…

¡Así se pasa la amargura!

 

Se fue el otoño, se ira el frío,

vendrá otra vez la primavera/

esta es la vida con sus eras…

bueno es vivirla enamorado,

soñar despierto, vivir amando,

lleno de versos e ilusiones,

lleno de paz y de emociones

como las aves de los cielos

volando siempre con el viento,

de otoño a invierno se irán las penas

y surgirán nuevos poemas.

 

 

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