Rafa Rivas

Mi Otoño ha llegado...

Mi Otoño ha llegado.

 

Las montañas de mis días son más altas a mi paso, los surcos de mi frente más profundos, mis pasos más sencillos, mis pensamientos más serenos, mis iras refrenadas, mis agobios ermitaños.

Mi Otoño ha llegado casi sin avisar, al volver la vista atrás puedo ver lo que anduve y no volveré a pisar,  mi pasado regresará a mí personalizado en otras gentes, esas primaveras las contemplaré de otra manera diferente.

He llegado hasta aquí, con llagas profundas en el cuerpo y en el Alma y una vez aquí no quiero perder la calma, mi legado quedará sólo para quien sepa escuchar, esa será mi obra de arte. Dicen que la felicidad no es plena si no se comparte, sólo me falta eso, apuntalarlo con un beso y compartir para vivir.

Otoño, es una bonita estación de la vida, llegar hasta aquí ya es un triunfo, navegar en estos mares taciturno y sin rumbo una odisea, espero encontrar senderos, no caminos ni caminatas púes ya merezco el descanso del Guerrero y no caminar por caminar sin saber cuándo llegar.

Hace poco y por primera vez, bañé mi cuerpo en el mar de noche y al hacerlo perdí miedos a descubrir mundos nuevos, sigo teniendo espíritu de descubridor pero sereno y calmado aunque osado. Deseo ir perdiendo lastres que no conducen a ninguna parte, mirar al nuevo día a los ojos y desafiarlo, eso me permitirá seguir soñando púes los sueños son lo que hace que no te canses caminando.

No quiero en este Otoño una vida con pesares, los pesares son pilares anclados en el tiempo y es duro contratiempo desanclar lo anclado a fuego, los golpes de la fragua de mi vida, ya marcaron la silueta que soy hoy, mi acero se templó y mi alma crepitó haciendo eco de muchos yugos, los yugos ya pasaron y pisaron mi arrogancia, hoy y en esta estancia me doy cuenta, que sólo soy una anécdota de mi, un Otoño por vivir y la primavera perdida en los recovecos de una vida.

 

Autor.- Rafael Rivas.