Inmaculada Carrasco

FRENTE AL MAR

Corría una suave brisa, y tú sentada frente al mar, las olas se esculpían ante tu presencia, latente y sosegado ante tu inocencia.

Me acerque a tí para acariciarte, y sin darte cuenta, un pequeño mechón de tu cabello corte, con mis pies dibujados en la arena blanca a la mar se lo lleve, para que el mar me diera el inalcanzable sueño de tenerte mar adentro.

Cuando regresé antes esa presencia tan majestuosa y poderosa entendí porque te quiero, por nada que asome por fuera ni que nazca por dentro, porque cuando estoy contigo me siento:

Azul cuando el día es negro.

Con fuerza cuando estoy decayendo

Tranquilo aunque tiemble por dentro

Hermoso aunque broten mis defectos

Por eso le hice una promesa al mar, cuando la tierra firme nos separe, volveré a verlo, emergeré mar adentro y buscaré el mechón de tu cabello, cuando te tenga en mis brazos seguiré el camino dispuesto, hasta reunirme contigo frente al mar y junto al cielo.