mario mena mena

¿Qué verá el amor cuando mira?

¿Qué hubieras logrado de no haber seguido este camino?

¿Dónde estarías de no haberte venido conmigo?

Esta forma mía de ola azotando acantilados

esta maña empedernida de pedirle razones a la vida

a decirle no, incluso al sol, al cielo, a los amaneceres

esta arrogancia de poner ultimátums al que todo lo decide

caminando con dirección a ningún destino

Esta manera perdida de ver logros lo que sólo son semillas

¿Qué verá el amor cuando mira?

¿qué habrás visto en mi para seguirme?

Te miro dormir y pienso en estos años

de torrentes de palabras, de momentos como espinas

mi ropero de disfraces, las promesas incumplidas

todas mis llegadas tardías

mi amistad con la fe y con la mentira

Me convenzo que ha sido una inmensa lucha tuya

todo tu corazón de oro lo invertiste en este amor,

en nuestra vida

que eres perdidamente radical cuando te empeñas

- ¡Y siempre te empeñas, mariposa!-

que no te ha importado perder para que yo gane

¿Qué verá el amor cuando mira?

¿Cómo pudiste convivir con esta vida mortecina?

Me detengo a esta altura del camino

vuelto en mi mismo, y me conmuevo

¡Cuánto has perdido para salvarme!

No hay nada que pueda decir

las palabras retroceden, se saben incapaces,

(cierran sus boquitas de ángel y bajan sus cabecitas)

No hay gestos, ni siquiera los solemnes

No hay perdones, todos están atardecidos

los remordimientos vienen todos sombríos, mudos

Estoy solo ante tus ojos, tus manitas incansables

tus pasos persistentes dejando su huella en cada hora

tus palabras fluyendo en riachuelo, de tu alma

siempre puras, sabias y buenas. Siempre.

Solo estoy ante tu firmeza heroína mía

y reconozco que soy un rescatado de las llamas

que no has perdido guerrera de hierro, amada mía

porque tu piel está intacta, eternizada

y completo el plumaje colorido de tu alma

que igual que siempre, está completa

nada ocupa, y todo lo ilumina.