Otra noche melancólica paso yo,
en esta noche inhóspita recargo hoy.
Preso de tus recuerdos me encuentras
hasta el amanecer que se rompen mis cadena,
pero la maldición monótona se repite,
noche a noche este sufrimiento compite.
El tiempo ha pasado
a la vez que tu olvido me ha profanado,
mi dolor marchito y decadente quiere olvidarte,
mis lágrimas desean suicidarse,
pero la sincronía de tu ausencia
prefiere conmigo quedarse.
No logro entender la tentación
que te ganó en aquella noche de pasión,
triste engaño que terminó como traición
de lo que alguna vez fue el apogeo
de nuestra maravillante relación.
Y heme aquí escribiéndote hoy,
los susurros de nuestro pasado
me azotan el corazón,
mientras tanto tú, en la lejanía,
disfrutando de tu decisión.