Me preguntas si te quiero
como si hubiera un mejor consuelo,
como si no lo supieras.
El aire es húmedo y no tiene manos
galopa sin retorno
con su perfume dionisiaco.
Dime si te quiero,
en casa hiere el silencio
las alacenas no tienen alas.
Y tú que decías de mí,
pobre de mi boca
si supieras que te quiero.
Vuelve a ver mis ojos
son dos tumbas de sal,
y todavía preguntas si te quiero.
Basta con ser incrédulo
de capas invisibles
para no saber de tus misterios.
Estoy dispuesto a olvidarte
(si lo digo es por que te quiero
aunque no sea posible arrancarte).
Al menos si te pierdo
y si me pierdes
nos habremos desatado.
Ah, tú me preguntas si te quiero,
¿te has fijado en las noches
como si tuvieran brazos?