Pedro Nolasco

Quererte.

 

Me preguntas si te quiero

como si hubiera un mejor consuelo,

como si no lo supieras.

 

El aire es húmedo y no tiene manos

galopa sin retorno

con su perfume dionisiaco.

 

Dime si te quiero,

en casa hiere el silencio

las alacenas no tienen alas.

 

Y tú que decías de mí,

pobre de mi boca

si supieras que te quiero.

 

Vuelve a ver mis ojos

son dos tumbas de sal,

y todavía preguntas si te quiero.

 

Basta con ser incrédulo

de capas invisibles

para no saber de tus misterios.

 

Estoy dispuesto a olvidarte

(si lo digo es por que te quiero

aunque no sea posible arrancarte).

 

Al menos si te pierdo

y si me pierdes

nos habremos desatado.

 

Ah, tú me preguntas si te quiero,

¿te has fijado en las noches

como si tuvieran brazos?