billyB

FRAGOR

 

 

Ruidoso acento que atesoras

las horas vespertinas

sobre el extinto árbol en el patio de la casa.

 

Suavidad familiar que endulzaba el jardín a la edad de ocho años,

lo dulce de tu néctar

golpea mi paladar humedecido de recuerdos

y áspero de melodías

aún obligas a asilarnos en la harapienta túnica del tiempo.

 

Signos de lo que volverá,

traspasará fronteras de pálidas generaciones

ajenas a nosotros y nosotros en ellas

de espíritus notorios que no desaparecen.

 

 

(GALERÍA INSOMNE)