nelida anderson parini

AUNQUE TU NO LO ENTIENDAS, HE DE GUARDAR SILENCIO.

Decirte yo mil cosas hoy quisiera,

de poco, ese decir te serviría…

Si acaso con hablarte te dijera,

verdades que acrisola el alma mía.

 A veces, si la voz no contuviera

gritarte mil palabras yo podría…

Más cauta la experiencia se avecina

y a silencio prudente me conmina.

 

A ratos tu mirada se ilumina,

floreciendo en alegre primavera,

brillando, ya en tus ojos se adivina,

la sonrisa jovial y placentera.

El canto de tu risa me fascina,

trinando en esperanza duradera.

Me miras destellando en alegría,

perfumando mí ser en fantasía.

 

Narrarte mil historias yo sabría,

declamarte mil versos con destreza,

dotarte en palabras y poesía,

mostrarte de la lengua su belleza.

Mas viendo en tu mirada la osadía,

que viste tu pueril naturaleza,

mas vale recurrir a la experiencia

y dar a mis anhelos contingencia.


Si el tiempo se alimenta de paciencia,

mi anhelo por ahora guarda espera.

Prolífica ha de ser la conveniencia,

en cuna de esperanza verdadera.

Florecerán los versos en sapiencia

en hora de cosecha venidera.

De sublime  y mágica poesía

rebosarás el alma en aquel día…