Yo me recreo esta tarde,
contemplando los paisajes,
buscando ese punto exacto,
que me inspire y que me marque
y saque de mi interior
con una fuerza salvaje
lo que mis ojos no ven,
pero el corazón sí sabe…
Y van besando mis ojos
esas corrientes del río
con sus riberas de chopos,
con sus álamos y pinos,
que aplauden todos a coro
con sus hojas, con cariño,
al viento que lleva el soplo
y los refresca con mimo.
Yo sé que tú estás aquí,
de mi mano, junto al río,
contemplando estos parajes,
que disfrutabas conmigo.
Y es por eso que yo te hablo
y me comporto cual niño,
que no encuentra el punto exacto
para escribir lo que vivo
y que tú y yo hemos vivido
en dulces momentos íntimos.
Esta tarde yo te llamo
y te nombro, voz en grito,
y mi río sabe bien
que quiero vuelvas conmigo.
Yo te cogeré en mis brazos
junto a la orilla del río,
buscando ese punto exacto
que te diga lo que vivo.
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