Oscar Perez

La camisa

La camisa

 

Me puse esta camisa diariamente,

por eso ves gastado cada puño,

roto el bolsillo en que ya nada acuño

rugoso el cuello y de color ausente.

 

Quieres cambiarla, quieres que presente

otra camisa sin ningún rasguño,

me das razones en un refunfuño

y exiges desecharla prestamente.

 

Te miro, te sonrío dócilmente,

miro mi torso desnudo y ya ni gruño,

tu mano me acaricia suavemente.

 

No existe, ¿que  no ves?, no hay otro cuño,

camisa es esta piel y claramente

si es vieja es que vivió y en mi la empuño.

 

10 08 12