ALVARO J. MARQUEZ

CONVERSACIÓN

Mírame a los ojos y dime si me amas.

Creo que hay en tu alma un querer infinito.

Admito que me inquietas cuando me llamas

y tu estilo al escribir es muy bonito.

 

Pero eso no responde mi pregunta con exactitud,

parece que le hubiese preguntado a la pared.

Te dije que escribiendo admiro tu virtud.

Te estoy tuteando ¿o prefiere que lo trate de usted?

 

No, pero permíteme por favor que insista,

soy un poco persistente como ves...

No creo en el amor a primera vista.

Quizá cuando nos veamos por segunda vez.

 

Pero me acabas de confesar que te inquieto,

si es secreto no lo tienes que decir, nadie te obliga.

Usted mismo lo ha dicho, puede ser mi secreto

y si es así ¿cómo quiere que se lo diga?

 

Ya no me trates de usted, trátame de tú,

¿te gusta que sea contigo así, caballero, galante?

La verdad es que dependiendo del menú,

es que me atrevo a opinar del restaurante.

 

Quiero tu opinión de mí y muy sincera,

ya no respondas con más evasivas...

Me gustan tus poemas pero de cualquier manera,

mi respuesta no dependerá sólo de lo que escribas.

 

Lo sé, existen seguramente otros factores, es lógico,

no digo que influyan mis poemas, te lo aseguro.

Ahora me resulta hasta paradógico

que ya ni de tus poemas estés seguro.

 

Responde mi pregunta, no me desesperes,

necesito conocer la realidad de tu sentir.

Sé sincero y dime qué es lo que quieres...

¿que diga la verdad o sólo lo que quieres oír?

 

Quiero la verdad sea cual sea, me da igual,

tan sólo te pido una respuesta...

Un amor que se promete y no se cumple huele mal

y un amor fingido apesta.

 

Yo contigo nada he fingido, mi amor es inmenso,

no creo que de tan mala manera puedas verme.

No lo digo por ti, sólo digo lo que pienso.

¿Acaso no te interesa conocerme?


Te pregunté si me amas porque es lo que creo,

ya no me evadas más, ten piedad de mí...

En mi mirada puede haber pasión, deseo

o simplemente es que yo miro así.

 

¿Eres igual con todos los hombres?

Los deseos de saber ya me superan.

En todos tus poemas siempre busqué nombres

y nunca supe para quién eran.

 

Responde y dime si me amas, no te reclamo,

pero mis poemas son para ti ¿qué duda cabe?

Son para mí... ¿quieres saber si te amo?

Quizá sí, quizá no. Lo más seguro es que... quién sabe.