mario mena mena

De rodillas

Han pasado las horas de largas caminatas

un baño de sol intenso

y dejarse besar por las aguas del estero

Salgo un rato de la casa

y floto en el inmenso concierto de los grillos

que apenas mueve el estanque del silencio

Nada más me siento en la hierba

miro al cielo y entonces me sorprendo

son miles, no, trillones, las estrellas que veo

parece que no hay distancia entre ellas

que no hay espacio, sólo sus pequeños brillos

destellos verdes, azules, rojos, amarillos

se siente que son como pequeños guiños

No puedo estar sentado, de inmediato me levanto

Algo en mi yo profundo me convoca a estar de pie

estoy ante lo solemne, lo sagrado, lo infinito

y al fondo sigue el concierto de los grillos

y unas aves nocturnas hacen un canto raro

el sonido viene entre los árboles, ¿son aves?

Giro en 360, veo todos los cardinales

siento como si el cielo me diera un consejo:

Comparado con estas estrellas altas

y esta plenitud intensa, bella

¿qué importancia tiene el mal que se enrosca en la caverna?

que convierte al hombre en  fiera

que despoja a su hermano, le quita la vida

vive de la droga y corrompe fines

Ante las Glorias que cantan tus obras

el mal es pequeño, débil, nada.

y sin importancia sus dulces perversos

sus premios de espanto

su reino de Infierno.

Ante el poder, la ciencia y belleza

que cantan tus obras

Tan sólo la adoración puede exitir ante Ti Perfecto

y un sentimiento me llena entonces

miro la grandeza y no la siento ajena

no la extraño, no la temo

y ya no puedo estar de pie

pues sin que lo piense o que lo decida

como un impulso aprendido en el fondo de los tiempos

entonces me pongo así

de rodillas ante Ti.

Señor mío, creador del Universo.