maria clementina

Millonarios _ Juana de Ibarbourou

Millonarios

 

Juana de Ibarbourou

 

Tómame de la mano. Vámonos a la lluvia,

descalzos  y ligeros de ropa, sin paraguas,

con el cabello al viento y el cuerpo a la caricía

oblicua, refrescante y menuda del agua.

 

Qué rían los vecinos! Puesto que somos jóvenes

y los dos nos amamos y nos gusta la lluvia.

vamos a ser felices con el gozo sencillo

de un casal de gorriones que en la vía se arrulla.

 

Más allá están los campos y el camino de acacias

y la quinta suntuosa de aquel pobre señor

millonario y obeso que con todo sus oros,

 

no podría comprarnos ni un gramo del tesoro

inefable y supremo que nos ha dado Dios:

Ser flexibles, ser jóvenes, estar llenos de amor.