ALVARO J. MARQUEZ

ATRÁS

"Dios metió al amor en la lista/ de una historia triste sin perdón,/ porque le encantaron los protagonistas/ pero no le gustó el guión".


Vamos cada uno por su lado, tú por el tuyo,

luciendo tu figura, tu silueta con orgullo

y en alguna parte se escuchan los silbidos.

Atrás van quedando, qué verdad tan dura,

los recuerdos de quien solía abrazar tu cintura

y cuyas palabras perturbaban tus sentidos.

 

Yo voy por el mío, avanzando alegre me ven,

canturreando una canción de no sé quién,

como si empezara todo otra vez de cero...

Atrás va quedando cada vez más distante,

esa misma canción cuando recordaba al cantante

y lo decía porque era sincero.

 

Tú vas por una calle que mucho transitamos

y la recorres sin recordar que intercambiamos

en ella tantas caricias, tantos besos...

Atrás va quedando esa calle nostálgica y vacía,

de cuando tú eras mía y sólo mía

y yo tuyo hasta los huesos.

 

Yo voy a mi trabajo y regreso de él

con cara de convencido de que soy aquél

que ya ni te toma en cuenta.

Atrás quedan las horas de trabajo deseando verte,

de quien al menos antes volteaba a verte

y ahora ni siquiera lo intenta.

 

Tú lees un poema que no es por mí escrito,

en el cual se dice que el amor es un mito

y que a tu vida ni siquiera la roza...

Atrás van quedando -es que el tiempo no respeta-

los días en que me jurabas que era tu poeta

y que mi poesía era la más hermosa.

 

Yo voy por mi lado tratando de componer

unos versos que han debido ser

hechos con las letras de tu nombre.

Atrás se quedan tantos poemas que no pude terminar,

porque cómo te llamas no pude recordar

por no ser ya tal vez, el mismo hombre.

 

Tú vas por otro camino, quizá te casaste...

y hasta hijos tendrás y no me notificaste

y quién sabe si divorciada ya estarás...

Atrás supongo que se quedó

la mujer que algunas veces me aseguró

que me amaría a mí y a nadie más.

 

Tú ni siquiera has querido averiguar, lo sé,

si es que acaso yo también me casé

e hijos y hasta nietos tengo ya...

Divorciado estoy en verdad querida,

pero más que todo de la vida

sin ti que atrás va quedando y se me va.

 

Tú por tu camino y yo por el mío, que ironía,

yo que antes no concebía

que pudiéramos así separarnos...

Hasta al mismo Dios decepcionado lo imaginé,

tanto que no creo que nos dé

otro camino para encontrarnos.