Tu partida es un hueco en la sombra del mañana
dificil como un canto amaneciendo en el frio,
un retazo menos en los despojos de mi alma,
una luz menos en un abismo como el mío.
Te fuiste y nunca esperaste algun amigo,
ni por un adios, ni por un simple abrazo,
quizas porque no querias ningun testigo
observando el rumbo triste de tu ocaso.
No faltaron palabras en mi alma mañanera
para refrescar algunos ojos desinflados,
para dar el abrazo a tus formas invisibles,
para dar un poco mas de fuerza a tus aliados.
Y ahi estuviste descendiendo en los abismos
de un espacio confinado a tus despojos,
dentro del descenso triste de tu caja,
aquella ultima tarde en que no nos vimos.
Yo nunca pensé que algún dia te fugaras,
al lugar aquel en el que nunca he creido,
y puede que me duela el que no avisaras,
pero nunca dejarás de ser mi amigo.