María B Núñez

Tristezas dormidas...

 

Llenaré de silencio mi soledad

sentada en el filo de la noche,

viendo la lluvia mojar sin piedad

hasta ahogar el corazón de reproche.

 

Dormiré las tristezas y esconderé el dolor

en el mismo lugar donde mueren los sueños,

seré la primavera sin aroma y sin flor

hasta que llegue a mi calor de nuevos leños.

 

Lo esperaré tranquila como volcán dormido

la prisa en estos casos es mala compañera,

ayer estuve loca sin haber comprendido

que a mi tú no me amabas de la misma manera.

 

Hoy me siento en las nubes y con el sol de frente

atrás quedó el recuerdo de la sombra que hacías,

cuando estabas conmigo fingiendo amor ardiente

y ciega enamorada creía que me querías.

 

Hay renuncias que cuestan lágrimas de olvido

pero hay que levantarse y seguir adelante,

prohibido derrumbarse por solo una caída

mira hacia el horizonte con sonrisa triunfante.

 

María B Núñez